La solidaridad contra el cáncer de mama en Colombia

Viernes, 20/10/2017
AMESE, una organización sin ánimo de lucro cuyo nombre, se dedica a dar apoyo a las mujeres que sufren esta enfermedad.
Xinhua

Sonia María Pinzón Mejía tenía 25 años cuando fue diagnosticada con cáncer de seno en Bogotá. Para esta abogada nacida en la capital colombiana la noticia, como era de esperarse, fue como una puerta que se abría hacia un laberinto del que, por fortuna, ha logrado salir fortalecida.

Una mutación genética llamada BRCA2 hace que el organismo de Sonia María tenga una predisposición hacia la reaparición de cáncer en diferentes partes de su cuerpo, por eso aun cuando su cáncer de seno fue tratado con una mastectomía doble sus batallas contra esta enfermedad no han cesado desde entonces.

"Después de detectado mi cáncer me hicieron quimioterapia, después mastectomía bilateral radical que significa que me quitaron los dos senos completamente y después 20 sesiones de radioterapia, hasta ahora", dijo a Xinhua Sonia María empezando apenas a contar su estrecha relación con esta enfermedad.

"Pasé dos años muy bien hasta que en julio de 2015 sufrí una convulsión y los exámenes determinaron que tenía nuevamente cáncer, ahora en la cabeza, en lóbulo temporal derecho y en la pleura, que es lo que reviste al pulmón. Luego de muchas sesiones de radio y quimioterapia, una cirugía en la cabeza y un tratamiento con medicamentos, en enero de este año descubrieron otro cáncer en el hígado que me tiene en nuevas sesiones de radioterapia al día de hoy", añadió la joven sobreviviente sin que en su rostro se asome la flaqueza.

Cinco años de lucha, de batallas incesantes combatiendo al miedo a la muerte, al desconcierto de los cambios físicos abruptos devenidos de las terapias y sobre todo a un sistema de salud que en su país se caracteriza por la ineficiencia o la inoperancia, han forjado en Sonia María el carácter de una guerrera incansable.

En sus palabras, "existen muchísimas barreras de acceso para recibir un tratamiento idóneo de salud en Colombia. Una es la demora en las autorizaciones para recibir las quimioterapias o las radioterapias para determinar el estado del cáncer y la otra son las negativas de las empresas prestadoras de salud para autorizar los medicamentos que son realmente costosos".

"De la rapidez con que una paciente diagnosticada reciba esos tratamientos y esos medicamentos depende su vida. La inconstancia de los médicos en los tratamientos por un sistema que no garantiza que el especialista que te empieza a tratar continúe hasta el final y el alto costo de las medicinas son cosas terribles", añadió Sonia quien desde su profesión de abogada presta asesoría jurídica gratuita a pacientes con cáncer de seno e Colombia.

La terapia del amor propio


Por iniciativa de un grupo de mujeres que sobrevivieron al cáncer de seno en Colombia se gestó en 2006 la asociación AMESE, organización sin ánimo de lucro cuyo nombre, además de ser un imperativo sobre el autocuidado que deben tener las mujeres sobre su cuerpo significa, Apoyo a las Mujeres con Enfermedades del Seno.

Con el objetivo de desmarcar a las mujeres de estratos socioeconómicos vulnerables en Bogotá, AMESE ha estructurado una cadena de solidaridad que anualmente beneficia a cerca de 25 mujeres que reciben los beneficios de alguno de sus programas.

Esta organización provee atención integral para todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de seno además de difundir información para que todas las mujeres aprendan desde edades tempranas a realizarse el auto examen que permite detectar anomalías en sus glándulas mamarias.

Su directora Gloria Ortiz informó a Xinhua sobre los vértices de esta enfermedad cuyos factores de aparición no han sido determinados con exactitud por la ciencia, aunque hábitos como el tabaquismo, el consumo exagerado de alcohol y de hormonas femeninas además del factor genético, sean considerados como propiciadores para que la enfermedad aparezca.

"En los últimos tiempos se viene asociando al cáncer con la depresión, no solamente el cáncer de mama sino el cáncer y otras enfermedades, por eso nosotros promovemos en nuestros grupos de apoyo el mantener un estado de ánimo fuerte, mantener el optimismo y promovemos actividades que les ayudan a ellas a conectarse espiritualmente con su yo interno que es el que al final las ayuda a fortalecerse para afrontar la enfermedad", dijo Gloria Ortiz.

Acerca del panorama de la enfermedad que combaten desde su asociación Ortiz señaló que "la incidencia del cáncer en Colombia está en el grupo medio donde se presentan alrededor de 9 mil casos al año, entre hombres y mujeres porque el cáncer de mamá también se presenta en hombres, en Colombia es el 1 por ciento de este total".

"De estos 9 mil casos que están reportados alrededor del 30 por ciento pueden terminar en muerte. Estas muertes suceden principalmente por la no atención oportuna, por las barreras de acceso que tiene el sistema y por las auto barreras que tienen las mujeres para enfrentar esta enfermedad", añadió.

Con programas de donación de pelucas, consistentes en el alquiler de estas para que las mujeres en tránsito de quimioterapias no vean afectada su autoestima, las mujeres son beneficiadas cada año con esta cadena de solidaridad que realiza eventos de concienciación y financiamiento para poder prestar sus servicios de manera gratuita y suministrar implementos como prótesis mamarias de manera bastante económica.

A pesar de los obstáculos y las cifras que señalan que en Colombia cerca de 3 mil mujeres mueren anualmente por causa de esta enfermedad, Gloria Ortiz avizora un mejor futuro gracias sobre todo a la preocupación de múltiples organizaciones encargadas de difundir información sobre la prevención de la enfermedad.

"El cáncer de seno, como todos los cánceres tiene 4 estadios. Van aumentando de acuerdo a su gravedad. Un cáncer en estadio 1 tiene muchísimas más probabilidades de ser curado. El cáncer de mama se cura y esto no se decía hace 30 años. Hoy el 97 por ciento de los casos, que son detectados oportunamente, son susceptibles de curación", concluyó.

Desde su oficina ubicada en la Asociación AMESE, Sonia María Pinzón Mejía, quien hace frente a su propio cáncer ha traducido el amor propio en solidaridad hacia las demás mujeres diagnosticadas con la enfermedad.

Hace un llamado a todos los ciudadanos a que se unan a la cadena solidaria que con pequeñas acciones pueden aportar mucho al bienestar de quienes han entrado en el laberinto del que ella ya conoce todas sus paredes.

"Ustedes pueden dar un poquito de sí, un poco de su cuerpo como es el pelo para hacer más fuertes y más luchadoras a las personas que tienen que recibir estos tratamientos. También es importante y es algo que he vivido: no sientan lástima de las personas que tenemos cáncer o cualquier enfermedad porque nosotros no necesitamos eso, necesitamos apoyo, pero no lástima, nosotros somos unos guerreros y no la necesitamos", aseguró aprestándose a ganar todas sus batallas. 

 

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