Mientras se intenta desarrollar una vacuna, un caso en Francia reveló que el virus puede provocar meningoencefalitis en adultos.

Xinhua y ClusterSalud. Mientras la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunciaba, el viernes pasado, una inversión de 10,4 millones de reales (alrededor de US$ 2,8 millones) para realizar investigaciones sobre el virus zika, surgió una nueva e inquietante evidencia: el virus puede afectar a personas adultas provocándoles meningoencefalitis.

No se trata de una expectativa teórica. La revista científica en New England Journal of Medicine reveló que un hombre no identificado, de 81 años, sufrió este mal, luego de realizar un crucero por el Pacífico Sur. El paciente debió ser internado en terapia intensiva diez días después de regresar del viaje en el cual había recorrido lugares como Nueva Zelandia, las Islas Solomón y Nueva Caledonia.

Volviendo a Brasil, la mandataria hizo el anuncio señalado al realizar una visita a la estatal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro, un laboratorio de referencia mundial en la investigación de virus tropicales y que actualmente está trabajando para el desarrollo de una vacuna contra el virus.

En un breve discurso, Rousseff aseguró que de la inversión prevista, 4,4 millones de reales (cerca de US$ 1,2 millones) serán destinados al desarrollo de la vacuna y los 6 millones de reales restantes (unos US$ 1,6 millones) irán a la financiación de las investigaciones previstas en el acuerdo de colaboración que Brasil mantiene con el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos.

Brasil ya ha invertido unos 125 millones de reales (unos US$ 34 millones) en estudios científicos para el desarrollo de vacunas y sueros para combatir las enfermedades que transmite el mosquito Aedes aegypti: el dengue, el zika y la chikungunya.

Según divulgó el miércoles el Ministerio de Salud, desde octubre nacieron en el país 745 niños con microcefalia, posiblemente a consecuencia del zika, mientras que se investiga si esta malformación afecta a otros 4.231 bebés con síntomas parecidos.

Respecto al paciente francés antes citado. Los detalles de su caso indican que había retornado sin síntomas del viaje mismo, pero a los pocos días presentó un estado de fiebre y entró en coma, sufriendo una hemiplejía en el lado izquierdo y parálisis en la parte superior del brazo correspondiente. Al realizársele una punción lumbar durante el primer día de su internación en terapia intensiva, se descubrió que en el fluido cerebroespinal aparecía meningitis. A partir de eso, los médicos empezaron a buscar todos los posibles causantes hasta detectar en el líquido cefalorraquídeo del paciente el material genético del virus zika. Luego de un duro tratamiento de 17 días, éste finalmente pudo ser dado de alta con su capacidad cognitiva recuperada, 38 días después de los primeros síntomas. El caso es una nueva muestra de que el virus zika, al cual antes se lo consideraba más bien suave e inocuo, cada vez más, revela un potencial de efectos graves en la salud en personas de todas las edades.