La Caja de Compensación Familiar de Córdoba, Comfacor, es popular entre los habitantes del Caribe colombiano. Desde que entró en operación, se extendió por 74 municipios de seis departamentos reclutando más de 540 mil afiliados, pacientes que hoy serán trasladados a una nueva EPS. ¿La razón? La Superintendencia de Salud acaba de ordenar su completa liquidación.

Los motivos que llevaron a la entidad a tomar esa decisión son varios. Como lo advirtió en un comunicado de prensa, Comfacor no tenía cobertura del 100% de todos los servicios en los lugares donde opera, lo que se ve reflejado en una “baja cobertura en la unidad de cuidados intensivos pediátricas (53%) y en las patologías específicas de alto costo: oncología adultos (77%), oncología pediátrica (61%), hematología (46%), quimioterapia (77%) y en el servicio de radioterapia con (46%)”.

Además, la Supersalud encontró que había bajo cumplimiento en los procesos de atención de maternas y de recién nacidos, como también bajo cumplimiento en la oportuna detección de cáncer de cuello uterino.

Comfacor, que estaba bajo medida de vigilancia especial desde 2016, representaba un riesgo para las finanzas del sistema. En términos más detallados, tenía un nivel de endeudamiento del 11,97 % y un capital de trabajo de menos de $362.000 millones (US$ 116.333.445). En otras palabras, no tiene recursos para cumplir con sus obligaciones a corto y mediano plazo en Córdoba, Atlántico, Magdalena, Cesar, Bolívar y Sucre.

De acuerdo con la Supersalud, esta EPS había privilegiado a una red privada de IPS y no a la pública, como lo establece la ley, realizando pagos mediante giro directo. “Entre los giros programados se evidencia la concentración en 23 instituciones prestadoras de servicios de salud presuntamente vinculadas con los denominados carteles de la hemofilia, terapias ABA y la falsificación de medicamentos de alto costo”, dijo.

Ya hace más de seis meses la Contraloría había descubierto que Comfacor estaba utilizando los dineros de la salud para otros propósitos muy distintos. Pago de publicidad, gastos de nómina extralegales, patrocinios de campeonatos de fútbol, reinados de belleza y un torneo de boxeo hacían parte de las actividades que esa EPS solía financiar.

La idea es que, a partir del 1 de abril, Comfacor suspenda por completo sus servicios. Entonces, la totalidad de sus afiliados habrán sido trasladado a cualquiera de las EPS que no tienen ninguna medida de vigilancia especial (Mutual Ser, Nueva EPS, Cajacopi y Coosalud). No se les interrumpirá ningún servicio. Para comprobar a qué EPS fueron trasladados pueden visitar la página web de Comfacor o la de la Supersalud.