Población obesa en Bolivia
A menudo se dice que la gordura en el cuerpo no debe ser motivo para cuestionar la apariencia o la moral de la persona, lo cual es cierto. Sin embargo, la gordura excesiva, apropiadamente llamada obesidad, debe ser comprendida como un asunto de salud pública, pues el sobrepeso trae aparejadas diversas enfermedades que pueden ser incluso inhabilitantes.
En Bolivia el tema merece particular atención, pues según las estadísticas del Ministerio de Salud poco más de cuatro de cada 10 habitantes del país padecen de sobrepeso o de obesidad. Las principales causas identificadas están en el consumo excesivo de comida chatarra y el sedentarismo. Con todo, el promedio nacional está por debajo del latinoamericano, pues en el continente el 58% de la población padece alguna de estas condiciones, siendo la mayor parte mujeres y niños.
Según explicó a este diario el responsable nacional de la Unidad de Epidemiología del citado ministerio, las tasas de sobrepeso y obesidad en el país “se incrementaron de forma sostenida en los últimos 20 años”; si en 1997 la población con alguna de estas dos condiciones llegaba al 21,1%, en 2017 suman el 42,7% del total de habitantes del país. Santa Cruz es el departamento que concentra más personas con sobrepeso u obesidad, le siguen Cochabamba y La Paz, y “llama la atención que Beni esté en el cuarto puesto”.
El problema con la obesidad no es estético, sino que se relaciona con la muy elevada probabilidad de contraer alguna, o varias, de las 24 enfermedades no transmisibles que se asocian con el exceso de peso, la inadecuada alimentación y la falta de actividad física. Entre ellas están: los accidentes cerebrovasculares, la hipertensión, hígado graso, osteoporosis, diabetes tipo 2, insuficiencia renal y diversos tipos de cáncer, por citar solo los más graves.
Al respecto, un nutricionista consultado por este diario explicó que si bien el problema del sobrepeso y la obesidad está directamente relacionado con la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos y por lo general fritos, no se trata solo de la cantidad, sino también del modo en que son consumidos. Así, no es tan malo comer alguno de estos alimentos cuanto el no combinarlo con, por ejemplo, verduras u otros alimentos ricos en fibra.
Con todo, es evidente que no está de más que la población adquiera hábitos más saludables a la hora de elegir y preparar sus alimentos. Para ello hace falta campañas sostenidas de información y educación en estas cuestiones. El Estado, por su parte, debe hacer más esfuerzos, habida cuenta que atender, prevenir o resolver asuntos de salud pública depende de las instancias correspondientes en todos los niveles gubernativos.Está de sobra demostrado que uno de los factores que más incide en la calidad de vida de los pueblos es la salud, y luchar contra la obesidad y el sobrepeso tiene efectos, precisamente, en este ámbito.
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