Los bebés en la unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU, por sus siglas en inglés) generalmente tienen una gran cantidad de sensores adheridos a su piel, con cables que emanan de ellos.
La institución trabja junto al Hospital Garrahan en la creación de un protocolo para utilizar células de cordón umbilical en pacientes que padecen Encefalopatía Hipóxica Isquémica.