Se trata de moléculas con efectos muy similares a la teixobactina natural, cuyo aminoácido enduracididina, difícil y muy costoso de producir, acaba con las cepas multirresistente del MRSA.
Al externalizar la producción de ingredientes farmacéuticos activos de los antibióticos a Asia, la falta de control ambiental en las plantas promueve contaminación vía transferencia horizontal de genes.