Design Thinking, un enfoque aplicable al gerenciamiento e innovación hospitalaria
Puesto en práctica por Allina Health, que maneja 14 hospitales y 90 clínicas, enfatiza en la empatía, colaboración radical y prototipado institucional para afrontar problemas complejos.
Cluster Salud. Pensar en los desafíos actuales de gerenciamiento e innovación en la salud en términos de precisión de ingeniería o de una aritmética de finanzas ayuda menos que poco. Y la prueba está en que el funcionamiento de los sistemas sanitarios en países tan disimiles como México, Chile, Argentina y EE.UU. resulta deficitario para hacer frente a las crecientes tasas de obesidad y diabetes, las desigualdades económicas y de salud, y el control de costos en clínicas y hospitales.
En el trabajo "Un marco de Design Thinking para la gestión de la salud y la innovación" ( "A Design Thinking Framework for Healthcare Management and Innovation"), justamente, se afirma que abordar estos retos complejos requerirá líderes que puedan pensar y actuar más como diseñadores que como ingenieros.
"Tal vez una de las mayores amenazas para la solución de problemas del siglo 21 en la asistencia sanitaria no es una falta de visión o recursos, sino la falta de creatividad”, dice Jess Roberts, Estratega Principal de Diseño de Allina Health, entidad sin fines de lucro de Minneapolis, Minnesota, propietaria u operadora de 14 hospitales y más de 90 clínicas tanto en ese estado como en Wisconsin. Para Roberts, “en su esencia, el pensamiento de diseño es sobre la construcción de la competencia creativa en la estrategia y las operaciones del día a día de una organización".
El ejecutivo arguye que "innovar en un mundo cada vez más complejo y competitivo, la comunidad de negocios ha llegado a confiar en el design thinking : un término que describe procesos creativos de resolución de problemas que han transformado el diseño de productos y la prestación de servicios. Nosotros sostenemos que la salud podría beneficiarse en gran medida por haciendo lo mismo", dice Roberts.
En su trabajo, los autores (que incluyen también a Thomas Fisher, MA, University of Minnesota, Matthew Trowbridge, MD, MPH, University of Virginia School of Medicine, y Christine Bent, MHA, vicepresidenta ejecutiva de Allina Health) describen y ofrecen herramientas de tres elementos clave de un marco de design thinking, que son la empatía, la colaboración radical y el desarrollo rápido de prototipos. "Al comenzar con la empatía para nuestros pacientes, familias, empleados y las comunidades, el design thinking permite que la innovación sea impulsada por las experiencias de los usuarios y las necesidades en lugar, más que en la expertise que se impone desde arriba hacia abajo, que es lo que ocurre más a menudo", dice Roberts.
En su propuesta, se ilustra cómo el design thinking complementa y difiere del método científico y y el mejoramiento de procesos y es especialmente adecuado para los problemas complejos o esos problemas complejos que no tienen una respuesta correcta evidente. "Ya hemos lanzado con éxito este marco de referencia con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, y al interior Allina Health", concluye Roberts, para quien este modelo es un aporte que otras comunidades u empresas pueden adoptar.
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