Así se transforma una bacteria en una superbacteria
Fue en mayo de 2016 cuando se dio a conocer el descubrimiento de una bacteria resistente a todo tipo de medicación existente.
Se trataba de una cepa de la bacteria Escherichia coli, la que es resistente al antibiótico de último recurso (colistina) y que fue detectada en una paciente de 49 años con infección urinaria en Pensilvania, Estados Unidos.
Esta corresponde a un ejemplo de las llamadas superbacterias. Según indica el sitio de Mayo Clinic, las superbacterias son todas aquellas cepas de bacterias resistentes a la mayoría de los antibióticos.
El citado medio agrega que esta resistencia se desarrolla de forma natural. Y aún cuando puede retrasarse, no puede detenerse.
¿Pero cómo es que las bacterias alcanzan esta resistencia? Básicamente, absorbiendo a sus “compañeras” muertas.
Así lo confirma un nuevo video registrado por científicos de la Universidad de Indiana, Estados Unidos.
Tal como indica el sitio especializado en temas científicos Science Alert, es la primera vez que se logra captar con una cámara este fenómeno.
En la secuencia, se puede ver dos bacterias ‘Vibrio cholerae’, responsables de provocar el cólera en los seres humanos.
De pronto, una de ellas despliega su pilus -estructura en forma de pelo ubicado en la superficie de las bacterias- y comienza a devorar el fragmento de una bacteria muerta.
Mediante esta técnica, pueden absorber el ADN de otras bacterias, incorporando sus habilidades (siendo la resistencia a los antibióticos una de ellas). Esto le permite evolucionar hasta alcanzar el estado de superbacteria.
Eso sí, esto puede ocurrir incluso entre dos bacterias vivas, proceso que se conoce como “conjugación bacteriana”.
“La transferencia horizontal de genes es la vía que tienen las bacterias para desarrollar resistencia a los antibióticos. Sin embargo, el proceso nunca había sido observado anteriormente, debido a que las estructuras involucradas son increíblemente pequeñas”, comentó Ankur Dalia, biólogo de la Indiana University Bloomington.
“Es importante comprender el proceso, ya que mientras más sepamos sobre cómo las bacterias comparten su ADN, mejores serán nuestras posibilidades de frustrarlo”, agregó.
Este es el momento en que la bacteria se convierte en una superbacteria.
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