La anemia de Fanconi podría recibir una nueva terapia génica

Lunes, 16/09/2019
La enfermedad es un raro defecto genético que se caracteriza por fallas en la médula ósea y predisposición al cáncer.
SINC

Un ensayo clínico de terapia génica en pacientes con anemia de Fanconi revela por primera vez la formación de células de la sangre a partir de sus propias células madre a las que se ha corregido previamente el defecto genético.

Este estudio ha sido realizado por miembros del programa EUROFANCOLEN, coordinados por Juan Bueren, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y el IIS de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), y bajo la dirección clínica de Julián Sevilla, de la Fundación del Hospital del Niño Jesús de Madrid. 

El trabajo está enfocado a los pacientes sin un donante y con mutaciones en el gen FANCA, el que está afectado en la mayoría de los casos españoles

La anemia de Fanconi es una enfermedad rara genética caracterizada por fallo de la médula ósea y predisposición al cáncer que se manifiesta en la mayor parte de los pacientes por la deficiente producción de células sanguíneas a edades muy tempranas. Además de otros tratamientos paliativos, el trasplante de células madre sanguíneas de un donante sano constituye actualmente la terapia de elección en estos pacientes.

Aunque este tipo de trasplante ha mejorado sustancialmente en los últimos años, no todos los pacientes tienen un donante adecuado. Además, estos tratamientos requieren de una quimioterapia pretrasplante, no exenta de reacciones de rechazo y de otro tipo de riesgos a más largo plazo.

El trabajo publicado en Nature Medicine está enfocado a los pacientes con anemia de Fanconi que no poseen un donante familiar y que tienen mutaciones en el gen FANCA, que es el que está afectado en la mayoría de los casos españoles.

En este estudio se demuestra por primera vez la posibilidad de realizar un nuevo procedimiento de terapia génica basado, en primer lugar, en la movilización de las células madre del paciente desde la médula ósea a la sangre. De esta manera se pueden recoger las células de la propia sangre a través de un procedimiento denominado aféresis.

A este proceso le sigue una segunda etapa en la que se corrige el defecto genético de las células madre mediante la inserción de la versión correcta del gen a través de un virus modificado. Finalmente, las células corregidas del defecto genético se envían para su reinfusión en el paciente, sin que este reciba ningún tratamiento de quimioterapia como el que se usa en los trasplantes con células de un donante sano.

Nuevas expectativas de tratamiento

Los autores han demostrado que las células madre corregidas del defecto genético injertaron y se expandieron progresivamente en la médula ósea de los cuatro pacientes tratados, gracias a su crecimiento preferente frente a las no corregidas. Asimismo, han observado que con el paso del tiempo la proporción de las células ‘sanas’ (corregidas del defecto genético) ha ido aumentando en la sangre de los pacientes de manera progresiva.

Los resultados abren nuevas expectativas para el tratamiento dada su eficacia y que no sea necesario administrar quimioterapia como paso previo

Al cabo de los tres años, más de la mitad de las células de la sangre de uno de los pacientes tratados resultaron ser células ‘sanas’. Como consecuencia de este tratamiento, en los pacientes con un número mayor de células sanas se ha observado una estabilización del problema hematológico característico de la enfermedad. Por el momento este tratamiento está restringido a un uso experimental en fase clínica.

Los resultados obtenidos abren nuevas expectativas para el tratamiento de los pacientes con anemia de Fanconi, ya que nunca antes se había observado que la terapia génica fuera eficaz en esta enfermedad. El hecho de que no sea necesario administrar quimioterapia como paso previo a la infusión de las células en los pacientes permite que estos puedan abandonar el hospital a los dos o tres días de la autotransfusión de sus células corregidas.

“Hay una necesidad urgente de nuevas terapias para pacientes y familias afectadas por la anemia de Fanconi, ya que actualmente solo se pueden tratar con trasplantes de médula ósea no exentos de toxicidad y riesgos para los pacientes”, comentan Paula Río y Susana Navarro, primeras firmantes del estudio.

“Estamos muy satisfechos de comprobar que el seguimiento a largo plazo de los datos de los pacientes avala nuestra propuesta de terapia génica como un tratamiento innovador y de baja toxicidad para el componente hematológico de esta enfermedad devastadora”, señala Juan Bueren. “Además, no hemos observado efectos adversos graves asociados al tratamiento en los pacientes a los que hemos infundido las células madre corregidas genéticamente”, añade Julián Sevilla.

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