Potencial tratamiento del Párkinson en ratones

Martes, 06/02/2018
Este mal es el segundo trastorno neurodegenerativo más común después del Alzhéimer y que afecta a más del 1% de la población.
SINC

Un estudio publicado en la revista Molecular Therapy revela cómo una nueva estrategia terapéutica reduce la expresión de una de las principales proteínas implicadas en la progresión del párkinson, la alfa-sinucleína.

El trabajo, realizado en ratones, lo han dirigido Miquel Vila, investigador ICREA en el Vall d’Hebron Insititut de Recerca (VHIR) y Analía Bortolozzi, investigadora del equipo Neurofarmacología i Neuropatología Experimental del IDIBAPS y del IIBB-CSIC. 

La enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más común después del alzhéimer y afecta a más del 1% de la población. Se caracteriza por la acumulación de una proteína, la alfa-sinucleína, en las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra y en otras áreas del sistema nervioso.

Esto provoca alteraciones de la función del circuito dopaminérgico y la presencia de síntomas motores como temblores, lentitud de movimientos, así como también diversos síntomas no motores como el trastorno del sueño en fase REM, disfunciones olfativas, depresión, deficiencias cognitivas y demencia. Los tratamientos actuales son sintomáticos y la mayoría modulan la actividad de los circuitos motores.

Para el estudio se ha utilizado un oligonucleótido inhibitorio, ASO (antisense oligonucleotide), dirigido contra la alfa-sinucleína para inhibir su síntesis. Los oligonucleótidos son moléculas formadas por secuencias cortas de ADN o ARN que se utilizan en terapia génica como estrategia para el silenciamiento o inhibición de genes.

Optimizar la neurotransmisión

Los investigadores han demostrado que la administración por vía intranasal en ratones de este oligonucleótido permite su acumulación en el cerebro y conduce a la reducción de la expresión del gen de la alfa-sinucleína en un tipo de neuronas concretas. Esta disminución provoca que aumente la liberación de dopamina y serotonina con lo que mejora la neurotransmisión.

Aunque la investigación con este tratamiento aún se encuentra en fase preclínica, los autores destacan que “los resultados permiten avanzar en el conocimiento del papel de la alfa-sinucleína a nivel fisiológico, pero lo que es más importante, muestran como estas nuevas estrategias terapéuticas podrían retrasar la progresión de la sintomatología del párkinson”.

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