EE.UU.: Trump busca que pacientes de Europa paguen
Los medicamentos en Estados Unidos son más caros que en otros países industrializados. Según la Fundación Commonwealth, una organización privada dedicada al tema de la salud, cada ciudadano estadounidense gasta alrededor de US$ 1.000 por año en medicamentos. En cambio, los alemanes gastan un poco menos de US$ 700 y los suecos no llegan a gastar US$ 400. Los estudios sugieren que esto no se debe a que en Estados Unidos se receten más medicamentos; simplemente, los estadounidenses pagan precios más altos, y mayormente de su propio bolsillo.
Una comparación del servicio de datos Bloomberg muestra que los precios en EE.UU. a veces son muy superiores a lo que se cobra en otros países industrializados. Por ejemplo, en Estados Unidos un medicamento para la artritis reumatoide cuesta alrededor de US$ 2.500 al mes, mientras que en Alemania, el mismo medicamento, cuesta alrededor de US$ 1.750. El Financial Times, encontró una diferencia aún más notoria: un medicamento para el dolor que en Europa cuesta US$ 21 por 60 pastillas, en Estados Unidos se vende a US$ 2.979.
Europa tiene la culpa
Pero, ¿cuál es la razón? La explicación del presidente Trump es muy simple: los otros países tienen la culpa. Las compañías farmacéuticas se sienten obligadas a recuperar los elevados costos de investigación y el desarrollo en el mercado estadounidense. En otros países industrializados esto no es posible porque hay control de precios. Europa y otras naciones ricas se benefician a bajo costo de estas innovaciones.
Pero, ¿es esto realmente así? Una de las razones de los precios tan altos en EE.UU. es que las empresas se aprovechan de las leyes de patentes estadounidenses. Lanzan al mercado nuevos productos que son muy similares a los anteriores, pero, por esta vía prolongan las patentes y evitan el desarrollo de genéricos más económicos.
En otros países esto no sucede. En Francia o Gran Bretaña existe un límite de precios. Además, las empresas farmacéuticas en otros países industrializados deben demostrar que su producto es más eficaz que el que ya existe. Sin embargo, en Estados Unidos basta con la prueba de eficacia de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), y con médicos que prescriban el medicamento.
La industria sostiene que el aumento de los precios de medicamentos se debe a los elevados costos de investigación y desarrollo. Pero nadie sabe cuán altos son exactamente dichos costos. Las empresas mantienen estos datos en secreto.
Un estudio del Centro Tufts de Boston sugiere que el costo para desarrollar un nuevo medicamento es de US$ 2.700 millones. Otro estudio, basado en el análisis de los registros obligatorios en la SEC (la Comisión de Bolsa y Valores) estima que el costo es de US$ 757 millones.
Controles de precios "socialistas"
Entonces, ¿qué se debe hacer? En esta oportunidad, Trump también tiene una solución muy sencilla: los pacientes de los países como Alemania deberían pagar su "parte”. Trump dijo esto durante un discurso en mayo en dónde explicaba cómo iba a bajar los costos de los medicamentos en Estados Unidos. "Es hora de poner fin al aprovechamiento global de una vez por todas”.
Trump quiere presentar esta exigencia en las negociaciones de acuerdos comerciales y derechos de aduana. Alex Azar, ex director de una farmacéutica y ahora ministro de Salud de Estados Unidos, opina que los socios comerciales de Estados Unidos tienen que pagar más porque ponen "controles de precios socialistas y barreras de mercado” para mantener los "precios injustos”.
Sin embargo, los políticos no explican como esto puede bajar los costos para los ciudadanos estadounidenses. Que las compañías farmacéuticas generen más ingresos en el extranjero no significa que vayan a bajar los costos en Estados Unidos. Trump no presentó ningún plan de cómo va a negociar con la industria farmacéutica, solo prometió la "acción más dura de un presidente”. Luego de estas palabras, las acciones de las empresas farmacéuticas aumentaron significativamente.
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