La combinación de una vacuna terapéutica para el virus del papiloma humano (VPH) con dos fármacos de quimioterapia estándar puede prolongar la supervivencia en pacientes con cáncer de cuello uterino recurrente avanzado.
Científicos lograron describir un mecanismo clave que regula la actividad de una proteína del virus del papiloma humano (VPH) que le permite desencadenar procesos cancerosos en las células que infecta.
Ya han pasado más de 10 años desde que se implementó la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH). Un grupo de científicos de la Universidad Laval de Canadá revisó los efectos que han tenido los programas sobre la población.
Desde hace casi veinte años como profesora de la Universidad de Antioquia, la vacuna contra el virus del papiloma humano ha sido el "caballito de batalla" de Gloria Sánchez.
El padecimiento, focalizado en el cérvix uterino de 29 mujeres, fue tratado con terapia fotodinámica, una técnica no invasiva la cual puede ser un método eficaz para prevenir la neoplasia.
Las niñas recibieron estas vacunas en sus colegios y establecimientos de salud, luego de la autorización de sus padres. Esta vacuna se aplica en dos dosis con una periodicidad de seis meses.
Desde la semana antepasada cinco centros de salud de Santa Cruz iniciaron una campaña de detección gratuita del virus del papiloma humano a través de esta novedosa prueba que, según los responsables, tiene varias ventajas.
La Fundación BBVA otorgó el premio Fronteras del Conocimiento a Nubia Muñoz por su contribución al establecimiento de un nexo entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello uterino.
La protección es relevante para aquellas que se vacunan entre los 15 y los 26 años. En mujeres de entre 25 y 45 años no protege tan bien, es posible que por causa de una exposición al virus más prolongada.