El fármaco ha superado a Opdivo de Bristol como líder en inmuno-oncología de la industria y se espera que las ventas superen los US$ 10.000 millones este año.
El medicamento, que está aprobada para tratar varias formas de cáncer, incluido el cáncer de piel y pulmón, es el medicamento más grande de Merck y generó ingresos de US$ 7.170 millones el año pasado.
Merck dijo que los tratamientos cuando se utilizaron como terapia inicial para el carcinoma avanzado de células renales (CCR) redujeron el riesgo de muerte en aproximadamente un 47% en su ensayo de etapa tardía.
Los expertos en respuesta a brotes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la alianza de vacunas GAVI ya están hablando con Merck, el fabricante líder de inmunizaciones contra el ébola, para reevaluar cuánto mayores deben ser las reservas mundiales de dosis.
El medicamento detuvo la progresión de la enfermedad en casi el 90% de los pacientes que lo tomaron durante dos años, dijo Merck, quien agregó que los hallazgos provienen de un nuevo análisis de datos de cuatro años de un estudio en etapa tardía.
La vacuna, creada por el laboratorio Merck y enviada desde Europa por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún no tiene licencia pero ha mostrado ser efectiva durante ensayos en África occidental tras el mayor brote de ébola en 2014-2016, que dejó 11.300 muertos en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Merck & Co Inc y la japonesa Eisai Co Ltd han firmado una potencial colaboración multimillonaria para desarrollar y vender el medicamento contra el cáncer de Eisai, Lenvima, que ya está aprobado en docenas de países para dos usos.
Un juez federal en Delaware anuló el veredicto de un jurado que exige que Gilead Sciences Inc. pague un récord de US$ 2.540 millones porque sus medicamentos contra la hepatitis C Sovaldi y Harvoni infringieron una patente de su rival Merck & Co Inc.
La farmacéutica alemana está reviviendo los planes para llevar un tratamiento oral de esclerosis múltiple al mercado de EE. UU. con la esperanza de tener grandes ventas a pesar de las preocupaciones regulatorias sobre efectos secundarios que frustraron sus ambiciones hace casi siete años.
La compañía retiró una solicitud de Keytruda como un tratamiento inicial o de primera línea para el cáncer avanzado de pulmón en combinación con la quimioterapia.