AbbVie Inc, Amgen Inc y Takeda Pharmaceuticals Inc comenzaron a tratar a los pacientes en un ensayo para mostrar rápidamente si un medicamento de cada compañía puede reutilizarse y usarse contra el nuevo coronavirus.
El ensayo clínico, liderado por la Universidad Católica, junto a otras universidades y el laboratorio Sinovac Biotech, ya cuenta con financiamiento aportado desde el sector público, la Confederación de la Producción y el Comercio y la casa de estudios.
El premio es el más grande hasta la fecha de la Operación Warp Speed, la iniciativa de la Casa Blanca destinada a acelerar el acceso a vacunas y tratamientos para combatir el COVID-19.
El Financial Times informó, citando fuentes no identificadas, que la compañía planeaba ponerle un precio a la vacuna de US$50 a US$60 por curso, al menos US$11 más que otra vacuna de Pfizer Inc y BioNTech.
La Comisión Europea firmó contrato con la farmacéutica Gilead para recibir dosis de Remdesivir, medicamento que ha mostrado eficacia frente al COVID-19, para tratar a 30 mil pacientes graves en la UE y el Reino Unido.
Ambos ensayos son los primeros estudios de etapa tardía respaldados por la administración Trump para acelerar el desarrollo de medidas contra el nuevo coronavirus, lo que se suma a la esperanza de que una vacuna efectiva ayude a poner fin a la pandemia.
El fabricante de medicamentos señaló que los fondos adicionales apoyarán su desarrollo clínico en etapas avanzadas, incluido el estudio ampliado de Fase 3 del candidato a la vacuna.
El farmacéutico británico ha estado reforzando su cartera de terapias contra el cáncer, al mismo tiempo que continúa con su candidato a la vacuna contra el coronavirus.
El trabajo conjunto con la Universidad de Oxford está avanzando según lo planificado, cuenta la farmacéutica a AméricaEconomía. A la fecha, ha anunciado alianzas con distintos países e instituciones para suministrar más de 2 mil millones de dosis de la vacuna en desarrollo a partir del cuarto trimestre de 2020.
Con más de 2.1 millones de casos confirmados del nuevo coronavirus, Brasil tiene el peor brote del mundo fuera de los Estados Unidos, lo que lo convierte en un postulante ideal para probar distintas vacunas.
Una vez que la vacuna reciba el visto bueno de la FDA, Washington abonará los US$1.950 millones, aunque se reserva el derecho a adquirir otros 500 millones de dosis si lo considera necesario.
Los estudios clínicos preliminares han demostrado que la vacuna candidata BNT62b1 produce un aumento de la formación de las llamadas células T, indicador importante de que la posible protección inmunológica se mantiene a largo plazo.
Unas 20 mil dosis de Coronavac, que llegaron este lunes a Sao Paulo, serán distribuidas en 12 centros de investigación en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Río Grande do Sul y Paraná, además de la capital, Brasilia.
Los primeros datos de los ensayos de tres posibles vacunas COVID-19, aumentaron la confianza de que una vacuna puede entrenar al sistema inmunitario para reconocer y combatir el nuevo coronavirus.
"Todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que podamos confirmar si nuestra vacuna ayudará a manejar la pandemia, pero estos primeros resultados son prometedores", señaló la desarrolladora de vacunas, Sarah Gilbert.
La vacuna experimental se probará en 30 estados, algunos muy afectados como Texas, California, Florida, Georgia, Arizona y Carolina del Norte y del Sur.
Si bien la Ley de Fármacos II que se tramita en el Congreso obligará a disponer los medicamentos bioequivalentes para los pacientes, existe un desconocimiento generalizado de los procesos, validaciones y estudios que demanda la autoridad sanitaria para demostrar equivalencia terapéutica, atributo que permite la intercambiabilidad del fármaco.
En estos momentos se están desarrollando 149 vacunas experimentales contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, según datos de la OMS. Aquí recogemos los diez proyectos que se encuentran en fases más avanzadas, encabezados por la Universidad de Oxford y la biotecnológica Moderna.
Para neutralizar el virus SARS-CoV-2, investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa proponen producir anticuerpos humanos en el laboratorio mediante dos métodos: actualizar un anticuerpo preparado para el anterior virus SARS-CoV-1 y recrear un centro germinal en placas de cultivo.